Te juro que mi armadura resultó dañada, Borne luce incómodo.
Un día, estaba patrullando el campamento cuando vi a una solitaria oveja mágica. No me di cuenta que se veía muy rara.
Justo cuando iba a atacarla, se giró y me atacó... Oscuridad. Cuando vuelvo a abrir los ojos, estoy en el campamento, herido.
Lo entendí más tarde: no se trataba de cualquier oveja mágica, era nada menos que Asbela... ¡la Cabra Maldita!
¿Le darías una lección a Asbela en mi nombre? No debería merodear por el noroeste del campamento.
Si alguien se entera de que fui herido porque me equivoqué al identificar al enemigo, mi identidad y mi honor de caballero serán mancillados.
Por favor, no digas una palabra de esto a nadie.