Schneider te mira con una expresión reticente.
Aunque no creo que estés aquí para embaucarnos, las medicinas que traes fueron fabricadas por el Culto de la Venganza, y nos acaban de informar de que debemos dejarte entrar en Shangri-La.
¡Puedes pasar!. Schneider les dice a los guardas que abran paso con reticencia.
Si los ancianos de la tribu no estuviesen tan empeñados en rechazar a extraños, no nos habríamos encerrado tras muros como estos..., dice Raum con un suspiro.