(Abres la carta confidencial que te dio Marla)
Te he estado esperando. Hoy es un día especial, así que puedo hablar de estos eventos directamente contigo, cara a cara.
¿Sabes qué? Yo tenía un hijo aventurero. Hace ocho años me dijo que quería encontrar una nueva forma de manejar el poder, y nunca regresó.
Al principio pensé que había ido a una ciudad o estado distante. No esperaba que los caballeros que patrullaban los alrededores me trajeran su báculo medio roto por los dientes de cocodrilo. Yo le regalé ese báculo y era lo que él más quería.
Quiero seguir teniendo esperanzas, pero ya han pasado ocho años. Por favor, ayúdame a vengar la muerte de mi hijo y a derrotar a esos crueles cocodrilos que habitan en el humedal.