Si no fuera porque estoy protegiendo a mi hija y combatiendo con el Espíritu del Agua, mi magia no se hubiera agotado. Arnold habla mientras alimenta a su pequeña hija.
No alcanzaré el estado en el que no tenga energía suficiente ni para ir de caza, y que mi hija esté hambrienta por días.
Ve si puedes darle su merecido a los Espíritus del Agua al este del humedal. Quizás no serán tan crueles durante mi descanso.