“Aunque el muro de piedra del puesto es muy sólido, los yaks lo están destrozando. Están muy nerviosos, porque es su temporada de apareamiento.
“Si siguen atacando el muro, la pared exterior quedará en un estado irreparable. Serás capaz de evitarlo, ¿verdad?.
“Los yaks son de naturaleza afable y, normalmente, huyen de los humanos. Pero, cuando están en celo, se vuelven agresivos”.
“Pasa igual con los Grandes Simios: nadie en su sano juicio quiere cruzarse con un Gran Simio en celo.